Esta historia nos trae un ambiente conocido para adentrarnos en una historia peculiar, extraña y en ocasiones misteriosa. La leyenda del príncipe Gustavo, que contaban los hawaianos a los samoanos y éstos a los papalagi.
Recomendado para cualquier edad.
La peculiar historia del príncipe Gustavo
(Suena un vals y entran el Príncipe y la Princesa. Bailan muy acompasados el uno con el otro, y ambos con la música).
PRÍNCIPE.-
Cuán bella eres, princesa.
PRINCESA.-
¡Qué galante eres, príncipe!
(Siguen con su baile).
PRÍNCIPE.-
Antes de las doce debo volver a palacio.
PRINCESA.-
¿No se supone que los príncipes entran y salen cuando les parece?
PRÍNCIPE.-
Puede… Pero a mi padre no le parece.
(Suena una campanada).
PRÍNCIPE.-
¿Serán las doce?
PRINCESA.-
No parece.
(Suenan once campanadas más).
PRÍNCIPE.-
¿Han sido once o doce?
PRINCESA.-
Estaba absorta en el baile y no las he contado.
REY.-
(En off).
¡Gustavo, son las doce!, ¡vuelve a casa!
PRÍNCIPE.-
Debo irme.
PRINCESA.-
¿Y me dejarás sola?
PRÍNCIPE.-
Es necesario.
REY.-
(En off).
¡Gustavo, se me acaba la paciencia!
(El Príncipe sale a todo correr).
PRINCESA.-
¡Espera!, dime dónde puedo encontrarte.
(Sale tras él).
(Dos Pajes entran en escena y traen consigo varios árboles).
PAJE 1.-
El amor es misterioso.
PAJE 2.-
Y en ocasiones asombroso.
(Dejan los árboles en escena y salen).
(Entra la Princesa).
PRINCESA.-
Príncipe, ¿dónde estás?
(Entra un sapo verde, y croa).
PRINCESA.-
(Al Sapo).
Calla, ¿no ves que estoy ocupada?
(El Sapo croa).
(La Princesa sale).
(El Sapo da unos saltos por escena, y entra la Princesa).
PRINCESA.-
¡Príncipe!
SAPO.-
Te diré dónde esta si me das un beso.
PRINCESA.-
(Con desdén).
¡Claro!, en eso mismo estaba pensando yo, en besar a un sapo; ¡no te digo!
(Sale la Princesa y el Sapo salta de aquí para allá y atrapa un par de moscas).
PRINCESA.-
(Que entra).
¿Dónde se habrá metido?
SAPO.-
Si de verdad lo quisieras, no te importaría darme un beso para encontrarlo.
PRINCESA.-
¿Qué dices, bicho?
SAPO.-
Si me besas, te digo dónde encontrarlo.
PRINCESA.-
¿De verdad sabes dónde está?
SAPO.-
Claro. Bésame.
(La Princesa se acerca hasta el Sapo, parece que va a besarlo, pero en el último instante, se aleja de él).
PRINCESA.-
Eres un sapo, y yo una princesa.
SAPO.-
Bésame.
PRINCESA.-
Eres un listo.
(Con un impulso, se acerca a él y lo besa).
¡Ay, qué asco!
(Con una explosión, desaparece el Sapo y aparece el Príncipe).
PRÍNCIPE.-
Soy yo, princesa. Mi padre el rey me castigó con un conjuro por llegar tarde.
PRINCESA.-
De culo me caigo.
(Y de hecho, cae sobre su trasero).
PRÍNCIPE.-
Ahora nos casaremos, y seremos felices para siempre.
PRINCESA.-
(Que se levanta del suelo).
Pues va a ser que no.
PRÍNCIPE.-
¿Cómo dices?
(El Príncipe aprovecha que pasa una mosca a su lado para comérsela, de un bocado).
PRINCESA.-
No puedo casarme contigo, porque cuando te bese recordaré el momento es que eras sapo y será horrible.
PRÍNCIPE.-
Dijiste que me querías.
PRINCESA.-
Fue antes de saber que tenías un padre que podía convertirte en sapo.
PRÍNCIPE.-
Pero, Princesa.
PRINCESA.-
Búscate una princesa rana, que alguna habrá.
(Y sin más, sale de escena; muy digna).
PRÍNCPE.-
¡Princesa!
REY.-
(En off).
Gustavo, llegas tarde otra vez; ¿dónde estás?; ¡me estoy hartando de esperarte!
PRÍNCIPE.-
¡Padre!
(Con una explosión, el Príncipe queda convertido en calabaza).
(Entran los dos Pajes y cogen a la calabaza del suelo).
PAJE 1.-
Y así fue cómo la princesa dio calabazas al príncipe.
PAJE 2.-
Y calabaza, calabaza, cada uno pa’su casa.
CALABAZA.-
¡Bésame!
PAJE 1.-
Si claro, lo que me faltaba.
PAJE 2.-
¿Qué tal si lo llevamos a un huerto de calabazas?
PAJE 1.-
Buena idea. A lo mejor allí encuentra a una princesa calabaza.
PAJE 2.-
Lo dudo, pero al menos estará con otras calabazas.
PAJE 1.-
Eso fijo, entre calabazas se encontrará como uno más.
CALABAZA.-
Bésame.
PAJE 1.-
Cállate, pesado.
(Salen los dos pajes).
PAJE 2.-
(Que entra).
Y colorín colorado, esta historia de príncipes, sapos y calabazas, se ha acabado.
(Sale).
FIN
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